¡Un cambio con el que todos quedan satisfechos!
Satisface al pueblo de la República Bolivariana de
Venezuela tener una moneda estable, que favorezca las finanzas familiares y que
dinamice la economía nacional, cuando comercialicen a precios y tipo de cambio estables,
y puedan ser negociantes en el puente que tenderá Venezuela a los países
vecinos que importan productos elaborados desde China. Gracias también a la obligatoria
disminución de las tasas de interés y a la mayor capacidad adquisitiva, el
pueblo se motivará a producir más y a hacer una mejor planificación del
endeudamiento familiar a mediano y largo plazo. Dentro de la población ganan
las personas mayores, porque así como supieron manejar un dólar - 4,30
bolívares, se acomodarán mucho mejor a la relación cambiaria un dólar - 6,67
yuanes.
Satisface a la Nación por la inminente estabilidad de
la economía, al acabar inmediatamente con la depreciación de la moneda, reducir
la inflación descontrolada que de ella se viene derivando, recuperar el ahorro e
incrementar la productividad de las empresas; y porque disminuirá el gasto que
mantiene con la producción actual de billetes, pues sea que la Nación imprima los
billetes, o que dependa de los impresos en China, las monedas se fabricarán en
el país, idénticas en tamaño y valor a sus contrapartes chinas en sistema
decimal. Capitales en dólares regresarán a la economía nacional en razón a la
estabilidad monetaria que brinda el Yuan.
Satisface a la Revolución Bolivariana, porque las monedas
fabricadas en el país circularán con rostros que determinará el Gobierno.
Satisface a China, en razón a que su balanza comercial
deficitaria con Venezuela se resuelve en su propia moneda y no en dólares
estadounidenses; contribuye a posicionar a China ante los países que conforman las
economías emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudafrica), adonde Venezuela
exporta sus productos, y que en suma están en valores monetarios próximos a las
exportaciones de Venezuela a Estados Unidos de América.
Satisface a Estados Unidos de América, pues su balanza
comercial con China es negativamente exagerada (8% exportaciones – 22%
importaciones) y su deuda para con China es de más de 1 billón de dólares, por lo que al
convertir sus pagos a Venezuela de dólares a yuanes, adquiere proporcionalmente una mejor
capacidad de pago, de estabilidad en el balance y de competitividad ante China.
¿Por qué el Yuan y no otra moneda?
Porque la moneda China es la tercera divisa con mayor peso
dentro de la canasta de Derechos Especiales de Giro (DEGs). Las ponderaciones
respectivas eran 41,73% para el dólar de EE.UU.; 30,93% para el euro; 10,92%
para el renminbi chino; 8,33% para el yen japonés; y 8,09% para la libra
esterlina. Estas ponderaciones se utilizaron para determinar el monto de cada
una de las cinco monedas incluidas en la nueva cesta de valoración del DEG que
entró en vigor el 1 de octubre de 2016.
Leodegar Rois Reina
E-81.201.281
Publicado en www.ocepaysblogspot.com
al no contar con e-mail de la Asamblea Nacional Constituyente
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