jueves, 28 de agosto de 2014

EL CAPO 3 La denuncia más grande en la historia de la humanidad.

Se devela lo revelado en el año 98 de nuestra era cristiana. Hace 1.916 años está escrito acerca de la Ciudad Estado del Vaticano: “por tus drogas se extraviaron todas las naciones.”


El velo que cubría esta revelación de hace 19 siglos ha sido descorrido en la serie televisiva “EL CAPO 3”, mostrando sin tapujos ni cobardía que es la Ciudad del Vaticano el lugar de la Tierra desde donde se maneja el negocio del narcotráfico, el mismo que con las drogas extravía a todas las naciones del planeta.

Lo revelado por Juan en el año 98, un apóstol de  Jesús  que escribió el libro conocido en nuestro medio con el nombre griego “Apocalipsis”, en español “Revelación”, hoy resulta ser la denuncia más grande que hombre alguno haya hecho en la historia de la humanidad; pues, Gustavo Bolívar, el escritor de la historia original “El Capo”, sin conocer la anterior revelación, pero gracias al fruto de sus investigaciones denuncia el lugar desde donde se manejan los hilos del narcotráfico: La Ciudad del Vaticano.

Imagen traída de publicación en Google Imágenes.

Aquel poder o superpoder que el escritor ha dado por llamar “La Mano Invisible”, es en verdad lo más acercado al poder de “La Otra Bestia”, como es ella, en efecto, la unión de las dos iglesias católicas del mundo, aquellas que se dividieron en el año 1.054, y que en la actualidad son en cada división: “La Santa Iglesia Católica Apostólica Romana”, multinacional con sede principal en la Ciudad del Vaticano, y “La Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia”, más conocida mundialmente como Iglesia Ortodoxa, multinacional con sede principal en el Patriarcado de Moscú, por ser la de mayor poder económico y también la de mayor número de fieles, en comparación con otros patriarcados.

Estos “dos cuernos de la Otra Bestia”, como llama Juan al superpoder de cada ciudad, están fuertemente enlazados en el negocio de las drogas, siendo alimentados por los carteles de las regiones y grupos armados, que en cada país o región de predominio católico, han sido entrenados en el negocio por el Vaticano o por Moscú; por ejemplo, en Colombia, legendaria nación calificada como la mayor productora de cocaína del mundo, es la región de Antioquia la que alimenta el cuerno del Vaticano y las FARC las que alimentan el cuerno de Moscú. 

Por dos años consecutivos Perú ha desplazado a Colombia como mayor productor, y no es casualidad el crecimiento de la comunidad atendida por el Patriarcado de Moscú en Suramérica, aunque es poca comparada con el 89% de la población afecta al cuerno del Vaticano.

De México y de los Estados Unidos ni hablar sobre los tentáculos del Vaticano y de Moscú en esos dos países, y sobre su relación con el narcotráfico y el blanqueo de dineros ilícitos; naciones donde los dos cuernos cuentan con una alta población adiestrada en los principios básicos que hacen posible el extravío en las drogas.

Pero lo que llama poderosamente la atención, es que a pesar de lo impactante de la denuncia por su importancia y alcance en el ámbito mundial, los muchos comentarios sobre la serie televisiva se reducen, en cuanto a la denuncia misma, a destacar solamente la interpretación de Manuel Navarro, como Jacob Bauman, personaje que blanquea dineros provenientes del narcotráfico, y el sitio desde donde dirige tenebrosamente el negocio.


La inmensa mayoría de periodistas temen referirse a la actividad denunciada, que se hace desde la Ciudad del Vaticano en perjuicio de la humanidad. Ciudad donde Juan también vio en el futuro que tendría dominio sobre los cargamentos "de oro, y de plata, y de piedras preciosas, y de perlas, y de lino fino, y de púrpura, y de seda, y de escarlata, y de toda madera olorosa, y todo objeto de marfil, y todo objeto de madera valiosa, y de bronce, y de hierro y de mármol, y de canela, y de especia, e incienso, y mirra, y olíbano, y de vino y aceite, y de flor de harina y trigo, y de bestias de carga, y de ovejas, y de caballos, y de carros, y de esclavos, y de almas de hombres.". ¡No es vanidad su riqueza milenaria!

Pero dicho al respecto de lo tratado, iteramos: nadie se atreve a enjuiciar lo que se hace al interior de la Ciudad del Vaticano, y del daño que viene infringiéndole el Estado Multinacional a la humanidad con el extravío en las drogas. Esto recuerda a propósito, lo que adiciona el apóstol Juan al escribir que en el Juicio Final "los cobardes e incrédulos, y abominables y homicidas, y fornicarios y drogueros, e idólatras y todos los mentirosos, tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.".

Son los cobardes los primeros de la lista, y junto con ellos van los drogueros, no los hechiceros como maltraducen al español la palabra griega pharmaqueus los impresores de las Sagradas Escrituras desde hace cinco siglos, cuando entonces ni imaginaban el daño que producirían a la humanidad los drogueros, y mucho menos que los principales del negocio estarían asentados, tanto en el Estado como en el Patriarcado al servicio de las dos Iglesias Católicas.

Al final, tanto de la ficción como de la realidad, se espera que confluyan las dos historias en un hecho similar. En la serie televisiva la destrucción de "La Mano Invisible". En la vida real, lo predicho acerca de la Ciudad del Vaticano: diez naciones "la quemarán con fuego".

Citas. La Otra Bestia: Apocalipsis 13:11-18. La Ciudad: Apocalipsis 17 y 18. Los drogueros y los cobardes: Apocalipsis 21:8. 

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